viernes, 24 de diciembre de 2010

Capítulo 1:

     Era una fría mañana de diciembre. Miré por la ventana: "Bufff... otro día de instituto" Cogí la mochila, abrí la puerta y salí. Había nevado la noche anterior y todo estaba lleno de nieve. Alice estaba esperándome:
-¡Hola, Kristie! ¿Qué tal? - ella siempre era feliz, cuando hablaba rebosaba de felicidad.
-¡Hola! Bueno, así así. No tengo ganas de ir al instituto. ¿Y tú qué tal?
-¡Genial! ¿Sabes que va a venir un nuevo alumno a nuestro instituto?
-¿A sí? Pues no lo sabía. Pero tampoco es que cambie mucho, uno más.
     Hablamos hasta que llegamos a clase, me senté en mi sitio y Alice a mi lado. Entró el profesor, empezó a pasar lista como siempre, yo no presté atención solo cuando oí mi nombre levanté la mano. Pero algo cambió, estaba mirando por la ventana como caían los copos de nieve y oí un nombre que me resultó extraño, ya que en clase no había nadie que se llamase así, entonces recordé lo que me dijo Alice pocos minutos antes. Dejé de mirar por la ventana y busqué con la mirada a alguien nuevo, entonces le vi. Era el chico más... más guapo era quedarse corto. ¡Era maravilloso! Su mirada, con unos preciosos ojos de color negro como la medianoche, su pelo, de un color castaño, corto y un poco rizado; sus labios, carnosos y de color carmín... Era imposible describirle en pocas palabras, porque no las encontraba o... todavía no existían.
     Me pasé un buen rato mirándole, hasta que me di cuenta de que él también me miraba a mí, rápidamente desvié la mirada, pero cuando nuestras miradas se habían cruzado, vi algo extraño en su mirada. ¿Curiosidad? ¡Quién sabe! Lo que sabía era que aquel chico tenía algo misterioso.
- ¡Alice! ¿Cómo se llama el nuevo? - susurré.
- Robert - respondió.
     Escuché al profesor, pero sin oír. Estaba abstraída en mis pensamientos. Sonó el timbre y yo, muy despacio, cogí mis libros y fui a mi siguiente clase, todavía por las nubes, pero una voz me hizo volver a la realidad.
- ¡Kristie! Nos vemos después, ¿no? - era Alice, se había enfadado por haberme olvidado de ella.
- ¡Lo siento, Alice! - dije intentando que se viera que estaba arrepentida.
- ¡Ya me contarás luego! - dijo y desapareció tras una esquina.
    Las horas pasaban rápido, cuando Robert estaba en la misma clase que yo, le miraba disimuladamente. Cuando no estaba, simplemente, pensaba.
    En la hora del almuerzo encontré a Alice entre la multitud y nos sentamos en nuestra mesa, pero en cuanto lo hice, me arrepentí de haberla buscado, aunque podía esconderme bajo tierra, si Alice quería algo lo conseguiría costase lo que costase.
- ¿Le has hablado? - preguntó sin rodeos.
- No, me da vergüenza - respondí alicaída.
- ¿Necesitas ayuda? - preguntó con una enigmática sonrisa.
- No - respondí inmediatamente. A Alice no le importaba nada, por ayudarme haría el ridículo. Solo hacía eso a la gente que quería, pero a mí me quería demasiado, hacía cualquier cosa que yo no podía, por eso la quería tanto, aunque, a veces, no me gustaba que fuera tan atrevida. - Ya me las arreglaré, si no, esperaré a que lo haga él.
- ¡Qué pena! ¡Con las ganas que tenía de ayudarte! - dijo desilusionada.
     Seguimos comiendo y hablamos sin interés alguno, pero ninguna dijo nada.
     Terminamos de comer. Tenía geografía en el segundo piso y Alice tenía historia en el primero. Esta vez no me olvidé de ella. Me acompañó hasta las escaleras y me dijo lo de siempre:
- A la salida me esperas.
     A lo que yo respondía:
- O tú a mí.
     Desaparecí escaleras arriba y entré en clase. Estaba abstraída en mis pensamientos, por suerte, aquel día no hicimos mucho, nos mandó unos ejercicios para hacer en clase, que yo ya tenía hechos, la tarde anterior, me pasé haciéndolos y, al final, no eran deberes.
     Terminó la clase y comenzó otra, igual de aburrida que la anterior. La última clase fue más divertida que las demás. Gimnasia. Jugamos a baloncesto. Yo, aunque era alta, se me daba fatal. Lo contrario a Robert, él era un as. Metía cualquier: canasta desde lejos, desde cerca...
     La clase terminó y yo estaba agotada, pero también feliz.
     Encontré a Alice cerca de la puerta de salida, esperándome.
- ¡Hola! ¿Qué tal? - saludó animadamente.
- Cansadísima - respondí, casi sin fuerzas. - ¿Y tú?
- Muy bien - respondió con una sonrisa. - Puedes llamarme pesada, pero seguiré haciéndote esta pregunta hasta que consiga una respuesta satisfactoria...
- Ya sé cuál es tu pregunta - corté. - Y mi respuesta es no, no he hablado con él.
     Alice me miró con carita triste.
- ¡¿Pero, por qué no?! - exclamó.
- ¡Porque no! Como te dije, esperaré a que lo haga él primero.
- Jo - se quejó. - Eso es esperar mucho. ¡Ya sé! - se le encendió la bombillita a Alice. - Mañana ha primera hora los tres estamos en la misma clase - dijo con una sonrisa pícara.
- No, Alice. No voy a habla con él ni tú tampoco.
- Oooh sí que lo harás. Si no quieres que toda la clase sepa que te gusta - me amenazó.
- No te atreverás -dije, aunque sabía que lo haría.
- Si dices eso es que no me conoces.
- Lo dije por si te echabas atrás.
- ¡Kristie! Pero si sabes cómo soy, ¿cómo has podido pensar eso? - preguntó asombrada.
- Ya. ¿Tengo que hacerlo? - pregunté con algo desilusión, pensando que podía decir no.
- Sabes la respuesta - no era una pregunta, sino una afirmación.
- Chantajista - dije y giré la cabeza haciendo como si me hubiese enfadado.
- Pareces una niña pequeña - comentó.
- Siempre lo seré - dije, y con una sonrisa la abrazé. Nuestras discusiones eran siempre iguales, una se enfadaba, la otra esperaba o decía algo y ,al final, nos dábamos un abrazo de reconciliación.
- Bueno, ¡hasta mañana! - dije, en cuanto me deshice del abrazo.
- ¡Hasta mañana! - se despidió Alice.
     Vivíamos muy cerca la una de la otra, por lo que en cinco minutos ya estaba en mi casa.

3 comentarios:

  1. Hola, tienes el inicio de muchos y se nota que has empezado con muchas ganas. Sigue así por que las historias han de empezarse con mucha ilusión ya sean detectivescas como es mi casa o ya sean románticas como la tuya.
    CARTAS SOBRE LA MESA

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  2. hola me gusta tu historia y boy a seguirte :)

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  3. Hola:)
    Me gusta tú historia,se nota que tienes ganas, así que voy a seguirte a ver que tal...
    Miriam- Laberinto De Palabras

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